lunes, 15 de octubre de 2012

Guay del que ame demasiado la vida

Baldomero Fernández Moreno y Dalmira

DALMIRA LOPEZ OSORNIO
(seudónimo: Rosalía López)
 (Chascomús, Bs. As., Argentina, 1893-s/d)


Un disfraz de gitana a los sesenta años
no está mal, no está mal.
Un negro antifaz cubriendo unas arrugas
unos ojos que brillan y una boca pintada
No está mal
Y un mantón con todos los colores del mundo
cayendo sobre una vida resquebrajada, desarticulada
No está mal
Pero y la música de esa voz
de quién es.
***

Guay del que ame demasiado la vida
transitará con la ceguera redonda de sus ojos
entre alfilerazos lilas y estridencias de espinas
y el mareo del círculo del choque diario
y los varales de cardos cercenándolo.
Por qué no tirar al viento los papelitos rotos
del escalofrío la belleza y la gracia?
Mas valdria reír con risa roja de encías descubiertas
con hoyuelos profundos llenos de negra tierra
y llorar con bautismos de sal en la garganta.
**
Imagen y texto tomados de sinreloj.blogspot.com.ar

3 comentarios:

Unknown dijo...

¿Para qué me ocultaron estas voces en mi enseñanza secundaria? Gracias por enseñarme
Laura ORORBIA

Adela dijo...

geniales palabras....expresando verdades...... adela

Irene Gruss dijo...

Gracias, gente, por pasar; Irene

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char