jueves, 17 de mayo de 2012

Hasta que hambre tierra y cielo sean carroña


"El embrujado". Francisco de Goya

Otros poemas de SAMUEL BECKETT
(Irlanda, 1906-Francia, 1989)

El buitre

Arrastrando su hambre por el cielo
de mi cráneo casco de cielo y tierra

bajando a los postrados que pronto deberán
tomar su vida y marcharse

burlado por un tejido que acaso no sirva
hasta que hambre tierra y cielo sean carroña

Versión de Gerardo Gambolini
***
Texto. Miserere oh colon

Miserere oh colon
oh apasionado íleon
y Frances la cocinera llorando en el estudio
un vientre abstracto
en lugar del plumer-espárrago que se retuerce
destrozado en el parto
por el cálculo más indiferencial
que nunca salió
ni se desvistió
una puta nudillos-rojos de Virtud Paduana

Muestra ese plato a tu progenie
bebé rendido
y toma un buen trago
en nuestra rolliza calabaza.
Hay algo más que el bandido Glaxo
Debajo de mi maternal toga.
Así ella cuelga y he aquí la otra.

Ésa es la exportación auténtica o soy una Jungfrau.
Límpiate el bigote y danos vaselina.

Abre mis labios
Y
(si alguno tuviera alguna sugerencia)
Tu ojo de carne celeste.
¿Soy un signo de fuerza divina?
¿La obra maestra de un aprendiz flagelado?
¿Dónde está la cola del cedro de mi hipopótamo?
¿Y los músculos del estómago?
¿He de dejar de lamentar
no siendo como el que estornuda a la luz
cocodrilo hermético que no suplica?
Así no pero quizás
a la vista y oído de
un toscazo pies planos que chilla
pavo real de Strauss fandango y recitativo
sin olvidar
que apesta a eterno.

¡Ay mi humillado bramante!
Ninguna navaja suavizará las arrugadas mejillas
que mis lágrimas corroen.
Mis varicosas venas toman mis arrodillados pensamientos
del lastimero pelícano.
Rápidos perdedores de puntas invertidos narcisistas.
Dos veces partí dos orugas
escurriendo sus no-connubiales adivas
en Arcadia específicamente
Créame Miss Ops
llama de cisne o lluvia de oro,
es uno a diez cada vez
(sin ofender sus nobles espasmos fúnebres)
se que fueron siete….
¡me dejó ciego la perra!
Manto querida
un sorbete helado y mi sangre es un sólido.

Nos enorgullecemos de que en nuestro dolor
la vida no fue ciega.
los gusanos respiran en sus rojas lágrimas
al arrastrarse innominados
con el escarnio de la negra balsa
anhelando la muerte
que ligera de júbilo no correrá
en el brillante anillo de la colina
ni temblara con el orgullo oscuro de la tortura
y la amarga dignidad de una ingenios condenación.
Lo-Ruhama Lo-Ruhama
la piedad es rápida con la muerte.
Presuntuoso y apasionado estúpido ven ya
a las tristes sombras mutiladas
y permanece frío
en la fría luna.
***
Cómo se dice
para Joe Chaikin

locura –
locura por –
por –
cómo se dice –
locura a causa de esto –
dado –
locura a causa de todo esto –
dado –
locura dado todo esto –
visto –
locura visto todo esto –
esto –
cómo se dice –
este esto –
este esto de acá –
todo este esto de acá –
locura dado todo esto –
visto –
locura visto todo este esto de acá –
por –
cómo se dice –
ver –
entrever –
ver entrever –
necesitar parecer entrever –
locura por necesitar parecer entrever –
qué –
cómo se dice –
y dónde –
locura por necesitar entrever qué dónde –
dónde –
cómo se dice –
allí –
allá –
por allá –
lejos –
lejos por allá –
apenas –
apenas lejos por allá qué –
locura por necesitar parecer entrever apenas lejos por allá qué –
qué –
cómo se dice –

cómo se dice
***
Después de bajar un poco...

Después de bajar un poco
a través de la inmundicia
donde todo es oscuridad
sin tener que mendigar
sin tener nada que dar
sin palabras sin sentido
sin tener necesidad
a través de la inmundicia
bajar un poco aún
donde todo es oscuridad
se vislumbra el manantial.
**
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char