viernes, 13 de enero de 2017

no escriba que le escribí en la cara a cristo

Franco Rivero
Ediciones deacá

(Ituzaingó, Corrientes, Argentina, 1981. Reside en Juan José Castelli-Chaco)


plantín

el tiempo trae
silencio
razones
no

uno se yergue en las sombras
como esas plantas
que van hacia la luz
hasta que lleguen

y en algún momento
comprende
vivir es el precio
de estar
donde se está
y el resto es

movimiento
***
vierne santo correntino

no silbe que le silbá en la cara a cristo
no escriba que le escribí en la cara a cristo
no corra que corré sobre la tumba de cristo
no hondeé porque le hondeá a cristo
no juegue a lascarta porque jugá por la ropa de cristo

no grite no haga juego no prenda la radio
no coma carne roja no barra no lave la ropa
no hable mucho no diga malapalabras
no mire mal no lave lo plato

no pelee con tu hermano no golpee nada
no largue pedo no erute no etornude

no saque la miga del pan no corte con cuchillo
no tome leche porque tomá la leche del sapo
el sapo é el diablo la víbora é el diablo sobre todo la verde
porque la verde anda en lo árbole y vuela

no mastique mucho no escupa en el piso
no haga nudo con la lonja no chrense

no ande a caballo y si andá ni chrote ni galope

no tome bebida alcólica porque bestejá la muerte de cristo y ademá
te da gana de pelear o de ochra cosa
y si hacé esa ochra cosa
te quedá abotonado como lo perro

é sábado de gloria dende la doce del mediodía
ante se puede hacé el juego para el asado
pero chiquito
***                                            
antes de que el gallo cante

………………………me negarás
………………………tres veces

canta un gallo en la noche y parece
el dueño del mundo
otros gallos le responden
y todos parecen
los dueños del mundo

el canto abre la noche
como un cuchillo de luz

imagino
la curva del cogote del gallo
como alarga el cuello y luego
lo dobla
como consigue esa curva
donde su voz crece
y llega a kilómetros
cómo es que un ave
ni de tres kilos
cubre con su canto
toda la noche
define
su lugar en el mundo
y cambia el silencio
hasta el mito

es la oscuridad la que hace
que el sonido
sea inmenso

y es su voz
otra oscuridad
pero canta


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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char